Formación de líderes contra el agotamiento y la desconfianza.
La labor de los líderes se relaciona directamente con el éxito o fracaso en el cumplimiento de objetivos y metas en las empresas, las instituciones públicas y las organizaciones. En contextos de crisis el agotamiento de los liderazgos es un síntoma lógico, que se agudiza cuando, además de la complejidad para lograr las metas ocurren cambios trascendentales en la forma de operar y tomar decisiones. Tal como se observa ahora, la llegada de la operación de las organizaciones en modalidad a distancia o en modalidad mixta combinando la colaboración presencial y virtual, están exigiendo estrategias para encauzar y fortalecer el liderazgo en escenarios inestables y altamente estresantes.
Se trata pues de lograr incentivar la confianza mutua entre líderes y no líderes integrantes de una organización con información clara, visibilidad y transparencia. Estos tres componentes son fundamentales en la generación del compromiso con los objetivos comunes y consistentes con la preservación de las organizaciones.
El reporte Global Leadership Forecast (GLF) 2021 da cuenta del fenómeno del agotamiento: 60% de los líderes encuestados informaron sentirse cansados al final del día, 44% de los mismos encuestados mencionó su plan de cambiar de empresa para continuar su crecimiento y 26% dijo que planea dejar la empresa al final del año, delineando un panorama poco alentador en un momento que se requiere todo el ánimo y esfuerzo suficiente para marcar la dirección a seguir.
En lo que respecta a la confianza, la evidencia estadística disponible muestra con contundencia el improductivo factor de desconfianza. Con base en datos de Edelman Trust Barometer 2022, en América Latina prima la percepción de que 80% de líderes gubernamentales del país están mintiendo, así también son vistos el 77% periodistas y reporteros y le siguen en la lista un 72% que opina que los líderes empresariales mienten.
Resolver el gran dilema del agotamiento de los líderes y el punto de partida de desconfianza, puede encontrar su oportunidad en variables para la reversibilidad de estos hechos. Por un lado, invertir en programas sistemáticos de entrenamiento o formación de líderes, desde una óptica inclusiva, integrando en la selección de participantes de dichos programas a personas de diferente puesto o función, etnia, edad, preferencia sexual, ingreso, disciplina académica, etcétera. Qué decir de impulsar suelen crecer más rápido y de manera más sostenida. Asimismo, a mayor diversidad en la integración de grupos en formación, mayor desarrollo de habilidades para el liderazgo, como la creatividad en la solución de conflictos, el aprovechamiento de las herramientas tecnológicas, la diversificación de productos y servicios. El mismo reporte de GLF 2021 muestra que encuestados que recibieron capacitación en liderazgo mejoraron su capacidad de aprendizaje en 25% y su desempeño en 20%. Adicionalmente, adoptar un propósito social, sobre todo en el ámbito empresarial, resulta una premisa que se está instalando a nivel global. Por lo visto, el papel social, no solo de los gobiernos, sino también de las empresas será un puntal para orientar la narrativa motivacional de los líderes hacia la restauración de la confianza de la sociedad. Los líderes de las empresas, los gobiernos y las instituciones tienen el desafío crucial de devolver a la sociedad la creencia de que es posible un futuro mejor, de que un progreso tangible es factible de alcanzar.
Colaboración realizada por Mónica Miguel Cárdenas y equipo Revolución 5.0 de Disruptive Labs. Si quieres conocer más al respecto, contáctanos al correo contact@disruptivelabs.mx o a nuestras redes @DisruptiveLabs, ¡con gusto te leemos!