Herramientas para un financiamiento inclusivo
La inclusión social es una medida para contrarrestar la pobreza en el mundo. Findex Global, reconocida base de datos del Banco Mundial calcula que en el planeta hay 1,700 millones de adultos no bancarizados, de los cuales, 65% son habitantes de las economías más pobres, excluidos de la posibilidad de hacer y recibir pagos seguros, entre otros servicios, marginados del ecosistema económico.
Por eso, la inclusión financiera es una de las principales medidas de inclusión social, ya que representa un componente sustantivo en el abatimiento de la pobreza. El financiamiento inclusivo va más allá de las microfinanzas. Agrupando a todas las actividades, instrumentos o herramientas, con el fin de dar acceso a toda la población al sistema económico.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, la inclusión financiera se distingue por el acceso universal, esto es, tanto para personas individuales como para micro, pequeñas y medianas empresas, con un costo razonable, a los servicios financieros sólidos, responsables y sostenibles, ofertados por distintos proveedores. En México, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) hace énfasis en ese carácter responsable y sostenible al observarse el diseño de productos y servicios financieros con una visión de las circunstancias y actores que integran la cadena de valor. Para la CNBV, la inclusión financiera debe garantizar esquemas de protección al consumidor y promover la educación financiera, con el propósito de mejorar la capacidad financiera de todos los segmentos de población.
Dentro de los servicios financieros se tienen herramientas como microseguros (de vida, de desastres, de salud, etcétera); productos de crédito; pensiones; productos de ahorro y/o transferencias de dinero. Por el lado de los servicios no financieros podemos clasificar a los servicios de educación financiera, formación en gestión de riesgos, gestión empresarial; software para toma de decisiones financieras; asesoramiento y asistencia técnica financiera.
Ante la falta de acceso a servicios financieros tradicionales, uno de los desarrollos más recientes son las FINTECH (Financial technology). Gracias a su tecnología, las Fintech hacen llegar de manera más rápida los servicios financieros como medios de pago, transferencias, créditos y software para empresas. Al cierre de 2021 se contabilizaron 512 Fintech en el país, enfocadas en servicios como préstamos, pagos de remesas, tecnologías para instituciones financieras, gestión de finanzas empresariales, bienestar financiero, seguros, banca digital, bienes raíces, finanzas abiertas, gestión patrimonial y financiamiento colectivo.
El valor de la tecnología en la inclusión financiera ha tomado gran relevancia, facilitando el acceso a dinero móvil desde un celular; préstamos digitales; acreditación de la personalidad legal desde una aplicación digital, entre otras. Todas ellas disminuyendo costos y siendo cada vez más amigables. Además de las aplicaciones móviles de los bancos, se encuentran también aplicaciones como Fintonic (revisar estados de cuentas y organizar gastos), Mint (programar objetivos y metas de gasto) y Mi ahorro, por mencionar algunos.
Desde luego, persisten retos y desafíos a superar en la cobertura tecnológica en zonas rurales principalmente; el acceso aún desigual en términos de infraestructura digital – tecnológica; la habilitación de mayores capacidades financieras de los usuarios y; gestión adecuada de la salud financiera. El avance en estos rubros, con toda certeza, incidirá positivamente en la reducción de la pobreza y coadyuvarán con entorno cada vez más inclusivo en el ecosistema económico.
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